Portada

¿La comunidad ignorada?#VascosExterior

Pedro J. OIARZABAL

“Los hechos no dejan de existir sólo porque sean ignorados”. Aldous Huxley (1927)1

En ¿La comunidad invisible? reflexionaba sobre la existencia tanto de una brecha de conocimiento e información entre Euskadi y su diáspora, como de un alejamiento emocional que se han ido acrecentando con el paso de los años a pesar de disponer de herramientas tecnológicas como internet que nos facilitan, no solamente la posibilidad de una comunicación sin igual, sino también el acceso a ingentes cantidades de información y conocimiento sin precedente alguno. En este breve artículo, me gustaría profundizar en las razones que se encuentran detrás de este desconocimiento de la sociedad vasca en lo referente a las comunidades vascas que residen más allá de las fronteras político-administrativas de Euskadi. Para ello, me sirvo del análisis de los resultados de la segunda edición del Deusto Barómetro Social / Deusto Gizarte Barometroa (DBSoc) de la Universidad de Deusto (verano 2014), la cual explora tentativamente tanto el grado de conocimiento, como la experiencia directa de la sociedad vasca en relación al fenómeno de su emigración y diáspora.

Cercan?a del fen?meno de la emigraci?n vasca

Cercanía del fenómeno de la emigración vasca. Fuente: DBSoc.
(Clicar sobre la imagen para ampliarla)

Los resultados del estudio no podrían ser más elocuentes (aunque no sorprendentes). Casi 6 de cada 10 personas (un 57,5 % de la población) no conoce el hecho de la emigración y el exilio vasco. Y de aquellos que manifiestan su conocimiento, 7 de cada 10 (un 68,3 %) nunca han tenido ninguna experiencia directa con el mundo de la diáspora vasca. Esto ya nos sitúa ante un fenómeno que es considerado como algo lejano a lo cotidiano, y cuyo conocimiento es fundamentalmente teórico o aprendido.

Relaci?n con colectivos de emigrantes vascos

Relación con colectivos de emigrantes vascos. Fuente: DBSoc.
(Clicar sobre la imagen para ampliarla)

Según el citado estudio, se señalan una serie de posibles factores que influirían en el conocimiento de este fenómeno, entre ellos, la preferencia política (nacionalismo vasco-no nacionalismo; izquierda-derecha), la identificación nacional (identidad vasca-identidad española), o la edad (jóvenes-mayores) de los entrevistados.

La relación que existe entre el grado de conocimiento que se tiene sobre la emigración vasca y la preferencia política es muy significativa. A excepción de los votantes de Euskal Herria-Bildu (EH-Bildu; casi 6 de cada 10 de sus votantes, 58 %, conocen de cerca la diáspora y han tenido alguna experiencia directa), los votantes del resto de partidos con representación en el Parlamento Vasco desconocen el hecho de la diáspora en diferentes grados: Unión, Progreso y Democracia (UPyD; 52 % de desconocimiento), Euzko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV; 59 %), Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra (PSE-EE; 69 %) y Partido Popular (PP; 73,7 %). Seis de cada 10 votantes de EAJ-PNV nunca han tenido experiencia directa alguna con la diáspora, seguidos por los del PSE-EE con similar número, UPyD (8 de cada 10) y PP (9 de cada 10).

A su vez, el desconocimiento se acentúa profundamente entre aquellos ciudadanos vascos que se identifican como únicamente español/a (82,7 %), manifestando su nula experiencia directa con la diáspora. Es relevante que incluso entre aquellos que se identifican como únicamente vasco/a su nivel de conocimiento es tan solo de un 52 %, habiendo tenido una experiencia directa cercana al 37 %. Sin embargo, la población que corresponde a ambos extremos del polo identitario vasco-español es ciertamente minoritaria en la sociedad vasca. Según indica el Deusto Barómetro Social, solamente un 2 % de la población de Euskadi se identifica como únicamente español/a y un 17 % como únicamente vasco/a. Un estudio reciente concluía que aquellas personas residentes en Euskadi que hablan euskera, tienen orígenes vascos y votan a un partido nacionalista vasco (y con orientación de izquierdas) se identificaban principalmente como vasco/a (Bartolomé 2013)2. He aquí el segmento de la población donde se concentraría un mayor conocimiento sobre la diáspora vasca y que tendría además una mayor experiencia directa con ella.

Centrémonos en el caso de la edad que nos ofrece un panorama estimulante, ya que en contra de la posible hipótesis de partida de que cuanto mayor es una persona más es su grado de acercamiento y conocimiento de la diáspora, la encuesta revela que 6 de cada 10 personas mayores de 45 años no conocen el fenómeno de la emigración, mientras que sorpresivamente, más de la mitad de los jóvenes vascos de entre 18 y 24 años (51,5 %) afirman conocerlo de cerca. Podríamos suponer que las personas de más edad en nuestra sociedad, tanto por motivos biográficos de posibles experiencias de casos de emigraciones tanto contadas como vividas en su entorno, como por su mayor experiencia vital en sucesos históricos podrían tener una actitud más cercana al fenómeno. Sin embargo, el grupo de jóvenes está relativamente más familiarizado con estas cuestiones. ¿Qué aspectos están influyendo en esta experiencia juvenil?, ¿cómo se ha producido y con qué claves se explica este binomio juventud-diáspora/emigración?

Ya en ¿La comunidad invisible? se cuestionaba si el nuevo contexto de inmigración que se estaba dando en el comienzo del siglo XXI en las sociedades avanzas, y en concreto, en la vasca con una atracción de nuevos colectivos de otros países, y en los últimos años con la reactivación de la emigración se podría propiciar un renovado interés por su histórica diáspora —tradicionalmente acotado al ámbito familiar— y, en definitiva, una mayor motivación de la sociedad vasca por conocer más detalles sobre sus propias raíces y presencia en el extranjero. Los datos claramente apuntan que es la juventud vasca la que a día de hoy abandera esa renovada motivación por las manifestaciones de origen vasco en otros países y continentes. Pero, ¿qué ha propiciado este interés de los jóvenes por lo que sucede en el exterior?

Estamos ante una generación de jóvenes con un conocimiento básico sobre la emigración como fenómeno histórico derivado de su educación formal, pero con un acceso a formas de comunicación y canales abiertos a otras culturas y grupos transnacionales sin precedentes. Igualmente, el fenómeno de los viajes de estudios, las redes internacionales de intercambio de estudiantes o de perfeccionamiento académico y/o lingüístico, los programas de prácticas en empresas situadas fuera de Euskadi o la propia internacionalización de la empresa vasca en los últimos veinticinco años han propiciado un importante movimiento de jóvenes hacia el extranjero. En muchos casos, estas salidas hacia el exterior han tenido como destino países con una relevante presencia vasca (Argentina, Chile, Estados Unidos o México), cuando no ha sucedido que las propias corporaciones han facilitado el surgimiento de asociaciones vascas, como, por ejemplo, la Shanghaiko Euskaletxea, fundada en 2004.

Aún más, la interiorización de la emigración como “solución” a la falta de trabajo, o como alternativa a la precarización de las condiciones laborales entre la juventud vasca, es un hecho constatable. De acuerdo a los datos aportados por Deusto Barómetro Social, más de la mitad de los jóvenes vascos entre 18 y 24 años (57 %) estarían, a su pesar, dispuestos a irse de Euskadi por motivos laborales. La idea de emigrar entre los jóvenes ha tomado un peso específico que no tenían en anteriores generaciones de jóvenes, y que hace que investiguen y busquen referencias culturales o instituciones de acogida en los países. Se estima que entre 2008, —inicio de la actual crisis—, y 2012 salieron de España más de 700.000 personas: aproximadamente 2.700 por semana (González Ferrer 2013)3. En la actualidad casi 72.000 vascos están inscritos en un consulado español con un municipio de Euskadi. Pero, ¿cuántas personas más residen en el extranjero que se encuentran fuera del radar de las estadísticas oficiales? En el último año, unas 50 personas nacidas en Euskadi abandonaron cada semana el país según ha indicado el Instituto Nacional de Estadística (2013). Fruto de esta nueva emigración vasca es, por ejemplo, la asociación Euskaldunak Suedian Zazpiak Bat, establecida en Estocolmo en enero de 2013.

Solicitudes de trabajo a un centro vasco de Argentina

Solicitudes de trabajo a un centro vasco de Argentina, noviembre de 20124.

Sin embargo, el hecho de que 6 de cada 10 habitantes de Euskadi desconozcan el fenómeno de la emigración y el exilio es, ante todo, preocupante. ¿A qué podría deberse? Una de las posibles líneas explicativas, en términos generales y como punto de partida inicial, podría encontrarse en la fractura inter generacional que se produjo en la sociedad vasca durante la reinstauración de la democracia a finales de la década de 1970, y que básicamente supuso un antes y un después en la transmisión y socialización de la memoria e identidad colectiva de la diáspora, —en cuanto a fenómeno social y político—, como consecuencia de décadas de emigración y exilio. Mientras los emigrantes y sus descendientes estaban abocados al olvido público, a perderse irremediablemente como ciudadanos productivos, los exiliados y sus hijos eran los perdedores de una guerra que impuso una política de represión, de estigmatización, censura y exclusión, y de un silencio traumático de la memoria durante la dictadura militar. Sin embargo, el fin del franquismo y la transición política hacia la democracia no rescataron del olvido a la generación del exilio, imponiéndose de nuevo una amnesia oficial sobre el pasado colectivo (véase, por ejemplo, Sevillano 2003)5.

Los discursos de la emigración y el exilio vasco no habrían encontrado, consecuentemente, un cauce de inclusión ni en el patrimonio intangible de la nueva sociedad vasca ni en la reconstrucción de la memoria pública de la nueva comunidad política. La memoria colectiva de la diáspora quedaría, por lo tanto, relegada al patrimonio e imaginario privativo y exclusivo tanto de la comunidad nacionalista como de la tradición republicana vasca, ahondando en el alejamiento entre estos imaginarios que han incorporado la memoria de la diáspora y las tradiciones políticas no nacionalistas vascas. Un alejamiento, que tal y como hemos visto, se mantiene en la actualidad. Es decir, la diáspora dejó de ser sujeto de acción en la reciente historia vasca —asociada, en mayor medida, al patrimonio del nacionalismo y, en menor, al republicanismo socialista— para convertirse en un sujeto pasivo que el nuevo Gobierno Vasco estaba obligado a gestionar, como una deuda histórica del recuerdo, desde una distancia (emocional) abocada a agrandarse con el paso del tiempo, mientras disminuía el conocimiento directo y la experiencia vital que se tenía sobre la Euskadi del exterior.

Los jóvenes vascos que a día de hoy se encuentran residiendo en el extranjero o que se están planteando salir del país, podrían llegar a ser nuestros olvidados del mañana, tal y como lo han sido, a grandes rasgos, los que les precedieron. Existe, por lo tanto, la urgente necesidad de afrontar este hecho y sus consecuencias, particularmente, en un contexto en la que sale más población que la que llega, y en la que se producen más defunciones que nacimientos desde 2013, con un progresivo aumento de la esperanza de vida de su población unido al aumento de la calidad de vida. Según Eustat, la población podría disminuir en más de 100.000 personas entre 2013 y 2026, mientras que la población de 65 o más años podría llegar al 26,5 % en 2026. Estos cambios demográficos acarrearán consecuencias socio-económicas importantes para el futuro de la sociedad vasca en relación a múltiples aspectos como pueden ser el mercado de trabajo, el sistema de pensiones y la sanidad, u otros servicios sociales o educativos, por ejemplo (Consejo Económico y Social Vasco 2011)6.

En mi opinión, es fundamental realizar más estudios que profundicen en el análisis de las relaciones siempre complejas entre la diáspora y Euskadi, a la vez que desarrollar políticas integrales que aborden el fenómeno de la emigración, la inmigración y el retorno en su conjunto. Es necesario incidir en la reivindicación y recuperación de la memoria social y política de la migración a través de la implementación de políticas públicas inclusivas de memoria (o de no-olvido), como parte indiscutible del patrimonio de Euskadi. Y más aún, es pertinente poner en valor el papel que una diáspora trasnacional y heterogénea como la vasca, con una presencia institucional cercana a la treintena de países, podría jugar en la construcción de una red global vasca, siempre y cuando los nodos que la conforman se reconozcan y conozcan. ¿Estaríamos ante una comunidad global interdependiente, o ante una fragmentada y despersonalizada red de comunidades e individuos aislados?

¿Tú qué crees? Déjanos por favor tú opinión o alternativamente sigue la conversación en Twitter, #VascosExterior, @EuskonewsCom @EuskoSare @deustoBarometro y @oiarzabal

Pedro J. Oiarzabal es investigador en estudios de migración y diáspora en el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Deusto. Es doctor en Ciencias Políticas-Estudios Vascos por la Universidad de Nevada, Reno (EEUU). Es autor de más de una veintena de publicaciones, entre los que destacan sus monografías sobre la identidad y la diáspora vasca, como por ejemplo, The Basque Diaspora Webscape: Identity, Nation, and Homeland, 1990s-2010s(Reno, Center for Basque Studies, University of Nevada, Reno, 2013), en el que explora la dimensión digital de la diáspora institucional vasca, y establece los pilares de los estudios de diáspora vasca y tecnología. Es autor del blog “Basque Identity 2.0” de EITB. El autor agradece a Iratxe Aristegi y al resto del equipo de Deusto Barómetro Social / Deusto Gizarte Barometroa de la Universidad de Deusto por su colaboración.

1 Huxley, Aldous. Proper Studies. London, Chatto&Windus, 1927.

2Bartolomé Peral, Edurne. “Basque and Spanish Identity in a Changing Context Journal on Ethnopolitics and Minority Issues in Europe, Vol. 12, No. 2 (2013): 59-78.

3 González Ferrer, Amparo. La Nueva Emigración Española. Lo que Sabemos y lo que No. Fundación Alternativas, Colección: Zoom Político, No. 18, 2013.

4 Cortesía de Óscar Álvarez Gila (Universidad del País Vasco-Euskal HerrikoUnibertsitatea).

5 Sevillano Calero, Francisco. La construcción de la Memoria y el Olvido en la España Democrática. Ayer, No. 52 (2003): 297-319.

6 Consejo Económico y Social Vasco. El Impacto Económico y Social en la CAPV de la Evolución Demográfica Prevista. Colección Estudios e Informes, No. 8. Bilbao: Consejo Económico y Social Vasco, 2011.

La opinión de los lectores:

comments powered by Disqus
Gernika: Euskal kulturari buruzko web-ataria

Enlaces relacionados

Zure iritzia / Su opinión

Participa

Premios

  • Artetsu Saria 2005

    Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik

  • Buber Saria 2003

    On line komunikabide onenari Buber Saria 2003. Euskonews

  • Argia Saria 1999

    Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria

Eusko IkaskuntzaAsmozEuskomedia